Puntos de Fuga

Hay mujeres que esconden despiadadamente su sexualidad.
Impiadosas con su cabeza y cruelmente condenadas a telones sin salida.
En teatros familiares asociadas a la condena de un cuerpo,prestan servicio incólumes a un enemigo en la cama.Adiestradas en el arte del sí y la abnegación,condenan de por vida el experimentar la sensación eterna del orgasmo con ganas.
Crían hijas para que críen hijas a su vez,en el despropósito brutal de la cabeza gacha,en la palabra que no replica y en la voz que no se alza.
Son mujeres que se pegan a sí mismas y permiten la violencia que se les imparte sin protesta ni juego.
No hay ludismo en sus camas,no hay regresión a lo oral porque está maldito y es prohibido.
Su sexo es rápido y sin molestias mayores.Adormecidas en la rutina,no piden más de lo que se les da.
No dan más de lo que se les exige y son,secretamente solas y comentaristas de historias ajenas.
Esas mujeres nos acompañan también en esta sociedad.
Y son acompañantes mutuas de su propia insatisfacción.
Yo las acompaño en el duelo y exijo explicación a la especie.