domingo, marzo 12, 2006
Brazilian and deleted soul

Una botella de Angélica Zapata casi vacía y un CD de María Bethânia, y detrás tu cara de nunca y tu sonrisa de siempre, derrumbándose.
Me fui, dijiste antes de que el abrazo hiciera caída vertical al resto de tus palabras sin sentido,
Me fui al carajo, repetías,
Vos sos la única que me entiende,
el vidrio frío me inquieta la espalda,
tu aliento en el cuello.
Lo dejé hablando solo.
Igual, te reías, sin soltarme apuraste otra copa,
mi boca contra tu pecho al galope.
Vos sos la única que me entiende de verdad, nena, me dejé llevar por tu huracán .
Aparta de mi ese cáliz, lleno de alcohol desafinaba y recién te encontraste en mis ojos,
un mundo de terrazas,
el hilo azul que los ataba me abrió la boca.
Ya no hables.