domingo, abril 15, 2007
mojadas cellularis
Llueve en Buenos Aires y los días de lluvia son de pececitos. Son horas de sueño y conexión. De lectura y música y , sin embargo o - mejor dicho - no obstante, las energías celulares en días y pegajosos de humedad se debilitan.
Ni vos tenés ganas de ni yo tengo deseos para. Es el momento de uno mismo y de su sonido. Los libros que se ordenan en el estante, el aroma del mate en la cocina, la cosa musical de adentro, las uniones eléctricas conocidas y las que no manejo nunca.Agua en el parque, sobre los árboles. El gato duerme plácido en la cama. Suena leve una canción. Estoy yo sin maquillaje y sin máscara. Estoy yo conmigo y trato de agradarme en esta tarde.
Y me digo; cuántas veces estás sola con vos? Muy pocas, me contesto. Casi a diario me molestan tus caras para la gente y sos diferente de adentro para afuera o es de afuera para adentro? No lo sé. Uf. Hay qué hablar de esto en esta tarde?
No, no quiero. Juguemos a que por una vez estar en paz es ; una gota de lluvia que se desliza por el vidrio de la ventana. Sólo ésa pequeña gotita que es hoy prisma de mi.
# dijo La Pontiac : 11:26 a. m.
